Soñé en colores.
Quien alguna vez ha hablado conmigo acerca de esto sabe que hago lo inevitable por no tener sueños lucidos. Tengo ese “que-se-yo” “vaya-uno-a-saber-que” que hace que para mi sea raro soñar y no me guste.
Soñé en colores. Y era más o menos así:
Yo sentada en el cordón de una vereda, la calle era angostita… no había autos en ningún lado y no era ninguna que haya visto alguna vez. En la vereda de en frente, ocurría lo siguiente:
- ¡Carrera hasta la esquina a ver quien llega primero!
- ¡Carrera! ¡Carrera!
Corrían y siempre ganaba el chiquito, el hombre que lo acompañaba se hacía el cansado para dejarlo ganar y los dos me miraban sonriendo… les sonreía.
- ¡Carrera hasta mamá a ver quien la abraza primero!
Venían los dos corriendo; me tiraban en el pasto y me hacían cosquillas.
Una voz nos llamaba a los tres, y salíamos corriendo.
En la casa estaba mi abuelo Emilio sentado y el nene se sentaba en sus piernas…
Nos contaba una historia, triste pero con final feliz… de esas que te terminan gustando. Donde ganan los buenos.
- Turca, es hora de ir a casa
- ¡Patricio vamos a casa!
Patricio me daba la mano a mí y a su papa.
El final era raro, no tenia colores… pero era feliz con ellos dos.
No comments:
Post a Comment